In My Shoes Beulah London
«La moda como fuerza para hacer el bien» es la creencia que impulsa a las fundadoras Natasha Rufus Isaacs y Lavinia Brennan desde 2009. Después de pasar dos meses en Nueva Deli, India, trabajando en un centro de rehabilitación para mujeres rescatadas del comercio sexual, fueron conscientes de que proporcionar un empleo viable a largo plazo podría ayudar a romper el ciclo de pobreza y explotación. Sintiendo la necesidad de actuar e inspirándose en la belleza de los tejidos indios y el arte y la artesanía del este del país, fundaron Beulah, una marca ética de ropa de lujo para mujer.
Para celebrar el Día Internacional de la Mujer, decidimos mirar más detenidamente a las mujeres que hay detrás de Beulah, una marca que #BreaksTheBias con orgullo en más de un sentido. Nos reunimos con Natasha para hablar de su iniciativa empresarial, los principales desafíos que ha afrontado en el camino y la importancia de tener un negocio verdaderamente sostenible que empodere a las mujeres vulnerables.
¿Qué os llevó a fundar Beulah?
Nuestra historia comenzó en 2009 con un viaje a Nueva Deli, donde estuvimos dos meses trabajando en un centro de rehabilitación enseñando a coser a mujeres rescatadas del comercio sexual. Esta nueva habilidad trajo consigo la oportunidad de generar ingresos y desarrollar la independencia. Fue ahí donde comprendimos por primera vez la importancia de proporcionar un empleo sostenible a las víctimas de la trata para permitirles liberarlas de los ciclos de abuso, explotación y pobreza. Y así nació Beulah.
¿Qué desafíos habéis afrontado siendo una marca de moda de impacto?
Sinceramente, intentar combinar los conjuntos de habilidades de los proyectos de impacto en los que trabajamos con un producto de lujo ha sido un desafío. Los proyectos de impacto requieren más tiempo; tienes que estar dispuesta a invertir mucha más energía. Actualmente trabajamos con una variedad de talentosos artesanos de todo el mundo con habilidades asombrosas para procesar materias primas y producir tintes, tejidos, estampados y bordados distintivos de sus regiones respectivas. Las piezas versátiles e intricadas que conforman nuestras colecciones combinan influencias del este y el oeste, y cuentan historias de sus creadores. A menudo es un reto, pero el resultado siempre vale la pena.
¿Cuál ha sido vuestro mayor logro como mujeres fundadoras?
Seguir adelante. Y volver a levantarnos. Cuando comenzamos con el negocio, éramos jóvenes y relativamente ingenuas (¡que suele ser la mejor manera cuando comienzas!). En todo este tiempo hemos cometido muchos errores, pero también hemos aprendido mucho. Mi mayor desafío como mujer fundadora y empresaria ha sido conciliar el trabajo y la familia; es una constante. Mi mayor logro es tener tres hijas maravillosas y un negocio próspero, en el que espero que un día también se puedan involucrar.
¿Quién te inspira?
Una de mis mejores amigas, Julia Strachan. Hace unos años cruzó el Atlántico para una organización benéfica contra la trata. Siempre tiene palabras de aliento. ¡Me inspira todos los días con su fe y su actitud positiva!
¿Qué consejo le darías a una mujer que acaba de emprender un negocio?
Que trabaje duro y que siempre sea fiel a su idea original. ¡Que nunca haga concesiones!
¿Por qué son tan importantes la ética y la transparencia en la moda?
Tenemos un gran sentido de la responsabilidad de cambiar lo que significa estar en el sector de la moda y trabajar junto con nuestros socios y proveedores para abordar la sostenibilidad de manera proactiva. Nos esforzamos por construir un negocio que empodere a los grupos vulnerables, proteja los derechos humanos y reconozca que, como guardianes de la tierra, tenemos el deber de proteger el planeta.
Trabajamos con ONG, iniciativas sociales y cooperativas de comercio justo, así como con pequeños fabricantes especializados. Dan empleo a comunidades vulnerables para que utilicen técnicas artesanales de sus regiones como el bordado a mano, el estampado de bloque y el hilado a mano en la producción de nuestras prendas.
Nuestra intención es rendir homenaje a las habilidades de estos artesanos proporcionando una plataforma a través de la cual pueden compartir su experiencia y obtener independencia económica.
Trabajamos en estrecha colaboración con nuestros proveedores para obtener tejidos tan conscientes como lujosos. Seleccionamos todos nuestros materiales con intención y cuidado, utilizamos algodón orgánico certificado junto con fibras básicas como el lino, que requieren muy poca agua o fertilizante para crecer. Nos centramos en fibras naturales que se descomponen mucho más rápido que los materiales hechos por el hombre; cuando se lavan contaminan nuestras aguas mucho menos que los tejidos sintéticos. Nuestro equipo de diseño investiga continuamente nuevas opciones de tejidos para ir al compás de las mejores prácticas ambientales.
Cada vez somos más conscientes de que nuestras clientas quieren transparencia en la cadena de suministro y comprender cómo y quién ha fabricado la prenda. Para nosotras es muy importante ofrecer esta visibilidad, ya que conduce a la confianza y la lealtad.
¿Zapatillas deportivas o tacones?
Zapatillas. Cada día, todos los días. ¡Creo que no recuerdo la última vez que llevé tacones!
«Mi mayor logro es tener tres hijas maravillosas y un negocio próspero, en el que espero que un día también se puedan involucrar.»